José Joaquín Fernández de Lizardi nació el 15 de noviembre de
1776 en la ciudad de México. Después que su padre consiguió su título de
médico, la familia se trasladó a Tepotzotlán
donde el padre desempeñó el cargo de médico del Real Colegio. En esa escuela
entró Lizardi a los seis años de edad.
En enero de 1797 se matriculó en un curso de
retórica y acabó en abril de 1798, después de matricularse en un curso de artes dejó
la universidad. Entre los años de 1805 y 1806 Lizardi se casó con Dolores
Orendain con quien tuvo una hija.
En 1808 se publicó la primera obra conocida de
Lizardi, un poema escrito para celebrar el ascenso al trono de Fernando VII: Polaca
que en honor de nuestro católico Monarca el señor don Fernando Séptimo cantó J.
J. Fernández de Lizardi. Por las mismas fechas
Lizardi publicó esporádicamente textos polémicos en el Diario
de México.
Lizardi llegó a Taxco donde ejerció de juez
interino. En 1810, cuando Hidalgo lanzó el Grito de Dolores, un grupo de
insurgentes que iba a reunirse con Hidalgo se acercó a la ciudad. El alcalde
titular, español, huyó y Lizardi desempeñó el cargo de subdelegado. Avisó
directamente al virrey, el 11 de noviembre de 1810, sobre la situación y de lo
que pensaba hacer con otros criollos: evitar el saqueo de la ciudad y la
matanza de sus habitantes acogiendo a los insurgentes hasta que salieran y
volver a jurar a Fernando VII. El virrey aceptó.
En enero de 1811, mandó que se hiciera prisionero
a Lizardi, se le despojara de todos sus bienes y trasladara a la capital. En su Carta
primera del Pensador al papista (1822), recordó Lizardi cómo
soltaron a todos los demás prisioneros, excepto a él. En cuanto pudo
escribió al virrey le recordó que había actuado con su permiso y poco después
recobró su libertad. En este periodo escribió bastantes poemas y fábulas.
La Constitución de Cádiz (19 de marzo de 1812)
concedía la libertad de prensa. El 9 de octubre salió el primer número de El
Pensador Mexicano, primer periódico de Lizardi, cuyo título pasó a
ser su seudónimo. En los primeros números de El
Pensador Mexicano, Lizardi defendía la libertad de prensa y la
Constitución.
En el número 9 del 3 de diciembre de 1812 resumía
las contradicciones de la sociedad mexicana criolla de la capital, la
conciencia que tenía de no estar gobernada como debiera y su deseo de proceder
por reformas. El 4 de diciembre se suspendió la libertad de prensa y
convocó al responsable de la imprenta Jáuregui quien declaró que Lizardi era el
autor del artículo. El 5 de diciembre el virrey hizo lanzar una orden de
arresto contra Lizardi, pero éste permaneció escondido hasta el 7 de diciembre.
En marzo de 1813 Félix María Calleja fue nombrado
virrey y Lizardi le escribió en seguida, obtuvó el permiso de salir de la
cárcel a ciertas horas para visitar a su familia, y después Calleja activó el
asunto. El 1 de julio de 1813 Lizardi salió de la cárcel -otra vez-, después de
pasar siete meses encerrado. Durante este periodo publicó cuatro
números de El
Pensador Mexicano.
El 13 de diciembre Lizardi anunció su obra
teatral Auto
Mariano para recordar la milagrosa aparición de Nuestra Madre y Señora de
Guadalupe. Estuvó a
la venta en la imprenta de Jáuregui o en los puestos del Portal.
A partir del 2 de septiembre de
1813 Lizardi había empezado a publicar la segunda serie de El Pensador Mexicano, se centraba en los progresos civiles y las
reformas sociales necesarias; en 1814 salió la tercera serie de su periódico.
El 2 de mayo de 1815 salió el
primer número de Alacena de Frioleras y luego publicó diez números de Caxoncito de la Alacena. En
diciembre del mismo año, Lizardi publicó el Prospecto
de la vida é aventuras de Periquillo Sarniento.
Entre febrero y julio de 1816
se publicaron los tres primeros tomos de Periquillo Sarniento. El 3 de octubre de 1816 Lizardi solicitó el permiso
definitivo para publicar el cuarto tomo pero fue denegado. El libro nunca
se publicó entero en vida del autor, aunque en 1825 preparó Lizardi una segunda
edición.
En 1817 se publicaron las Fábulas; en 1818,
la novela titulada Noches
tristes y día alegre. El mismo año empezó a publicar La Quijotita y su prima, cuya publicación
acabó en 1819. En ese año Lizardi pudo reanudar sus
actividades periodísticas y publicó los papeles titulados Ratos
entretenidos. Fue probablemente la época cuando redactó su cuarta y
última novela Don
Catrín de la Fachenda. A esta novela aludió Lizardi en la Segunda carta
del Pensador al papista, sin
embargo no la publicó, obstante se publicó póstumamente, en 1832.
El 31 de mayo de 1820 se había restablecido la
Constitución y la libertad de prensa, así Lizardi empezó a publicar El
Conductor Eléctrico. En este periódico, Lizardi se propuso explicar
todo lo bueno que se podía esperar de la Constitución.
Cinco días después de la proclamación del Plan de
Iguala, el 1.° de marzo de 1821 en Chamorro
y Dominiquín, Lizardi expresó la idea de que sería provechoso que
las Cortes concedieran la Independencia de España a la Nueva España. En mayo de
1821 en la segunda parte de Chamorro
y Dominiquín, proponía una acción de las facciones opuestas para
resolver los problemas del país y obtener la Independencia. La tercera etapa de
su evolución apareció en Ni
están todos los que son ni son todos los que están (1821). Lizardi
se reunió con los insurgentes y se encargó de la prensa insurgente, instalada
en Tepotzotlán. Llegó a la capital el día de la entrada triunfal de Iturbide
con el Ejército Trigarante (27 de septiembre de 1821).
A principios de 1822 las autoridades
eclesiásticas mexicanas habían dado a conocer las bulas papales que condenaban
la francmasonería. El 13 de febrero, Lizardi publicó su Defensa
de los Francmasones; nueve días después se publicó el edicto de
excomunicación contra el Pensador Mexicano. A pesar de las dificultades
del momento, Lizardi siguió publicando algunos papeles sueltos y el 31 de
marzo, en A
unos los mata el valor a otros les defiende el miedo, analizaba la
caótica situación que conocía el país.
En los Sueños
del Pensador Mexicano Lizardi expresó su desconfianza e
incluso su desprecio por el personaje del emperador, pero le aconsejaba, para
que mejorase la situación.
El 26 de octubre de 1822 Lizardi dio a conocer el Unipersonal
del Arcabuceado de hoy 26 de octubre de 1822, una
obra teatral, el cual trataba las urgentes consideraciones políticas, y
que condenaba el sistema judicial que permitía a los criminales reincidir en
sus delitos.
En marzo de 1823 cayó Iturbide y el 18 de abril
Lizardi publicó su Unipersonal
de don Agustín de Iturbide, emperador que fue de México. Todavía
en 1823 el Congreso se reunió y en junio Lizardi escribió Si
dura más el Congreso, nos quedamos sin camisa, lo que le valió
estar encarcelado -por tercera vez-.
Además de seguir publicando papeles, Lizardi
invirtió mucho tiempo para su defensa contra la excomunión. Apeló al Congreso,
sin éxito, y tuvo que responder a muchos ataques. Terminado el periodo de
marginación, Lizardi sólo comentó una vez el asunto en el número 20 de las Conversaciones
del payo y el sacristán (1824). Las Conversaciones del
payo y el sacristán forman dos tomos de 25 números cada uno y
salieron a partir de agosto de 1824, finalizando en julio de 1825. En todos,
Lizardi dejaba entrever los problemas y las mayores preocupaciones de su época.
En el número 10 del 29 de septiembre de 1824 Lizardi evocó otra obra teatral
suya: El
grito de libertad en el pueblo de Dolores, que se volvió a publicar
por primera vez en 1972.
A pesar de haberse reconciliado con la Iglesia,
el clero metropolitano era uno de los blancos favoritos de la crítica de
Lizardi. Estos temas perduraron hasta la muerte del Pensador. Durante el
año de 1825, Lizardi dio a conocer su obra teatral El
negro sensible, segunda parte. La cuera era la continuación de una
«petipieza» de Comella, de 1798, y que había sido condenada por la
Inquisición en 1809. En octubre de 1823, el Teatro Provisional había
vuelto a incluir la obra de Comella en su repertorio.
El mismo año de 1825, Lizardi preparó una segunda
edición de Periquillo
Sarniento. Además fue nombrado editor de la Gaceta
del Gobierno, en recompensa a sus servicios a la causa insurgente.
En noviembre de 1826 empezó a editar su último
periódico: El
Correo Semanario de México, cuyo número final lleva la fecha de 4
de mayo de 1827. En este periódico se nota que la relación de Lizardi con la
Iglesia seguía algo conflictiva.
El 27 de abril, Lizardi publicó la primera parte
de su Testamento
y despedida, así como la segunda parte del 29 de abril.
El 2 de mayo es la fecha del último número de El
Correo Semanario de México, y el 25 de mayo salió su último texto: Tragedia
del padre Arenas.
